miércoles
Materialidades
Lo compartimos todo; somos materiales.
Maquillaje, pulseras, ropa, nombre, calzado, bolso, departamento, nombre, cuarto, carro, tarjeta de crédito, mismo corte de cabello, hotel, labial, cama, pasta, armas, mismas cosas perdidas, mismas cosas olvidadas, las mismas iniciales, nombre, nombre, nombre, nombre, nombre, nombre, nombre, nombre, hombre, nombre, nombre, nombre, nombre, nombre, nombre, nombre , nombre, nombre, nombre, nombre, nombre, nombre, nombre, nombre, nombre, nom-bre, no-m-bre, nom-bre, no-m-bre, nom-bre, no-m-bre, hombre.
Lo compartimos todo; somos materiales.
jueves
He loves her, she loves him...
Uno: Toda la trama se basa en que no se descubra
la foto de la amante que se guarda en la cartera.
Dos: Él la ama, ella no lo toma en cuenta;
porque ha besado a su clienta.
Tres: El padre tiene que pasear a su nueva novia
la madre fuma con los de la planta baja.
Los hijos ven la tele.
Cuatro: Todos la creen demente;
el amor de su vida espera allí afuera.
ella escribe miles de cartas.
Cinco: Él no se cansa de escribirle notas de amor
en las hojas de infracción.
Seis: Va a que le arregle el traje solamente por verla.
Siete: Ellos se van a casar de forma tradicional.
Existen veces en que uno se imagina
interminables conversaciones
donde el otro sonríe y nos mira.
miércoles
Llorar de azul
Quiero llorarte de azul por el camafeo que cuelga de tu vestido,
por los pájaros que vuelan fuera del nido.
Deja que los nombres rueden sobre nuestras cabezas
y sus cuerpos se desvanezcan entre las sombras.
Llora en azul como el desnudo de tu vestido,
sin preocupaciones, sin limitaciones.
Azul profundo, azul sombrío;
magnicidio que escapa de tus pulmones
y circula en vuestras venas.
Y quiero llorarte de azul por tu ausencia.
Jane
Hoy se va Janet y quisiera que el clima fuera menos frío.
Los ciclos se cumplen, se logran las metas;
se van sumando las experiencias mientras se restan los días.
Una nueva puerta se abre, los lazos se estrechan:
momento de hacer el viaje.
Emigramos huyendo del frío: volamos como patos de regreso al sur
y nuestro nido de golondrina sigue fijo en esta casa.
Octubre fue difícil pero sin duda se cumple un año más;
de este blog aquí y de muchas otras cosas más.
La orden: seleccionen una imagen y lean.
Por que no sos tuya
Amor mío,
no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos,
no te quiero porque la sangre me llame a quererte,
te quiero porque no sos mía,
porque estás del otro lado,
ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto,
porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí,
no te alcanzo,
no paso de tu cuerpo,
de tu risa.
Y diré las palabras que se dicen,
y comeré las cosas que se comen,
y soñaré las cosas que se sueñan,
y sé muy bien que no estarás.
No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti pensaré un pensamiento que oscuramente trate de acordarse de ti.
Creo que no te quiero,
que solamente quiero la imposibilidad tan obvia
de quererte como la mano izquierda enamorada de ese guante que vive en la derecha.
Sn. Cronopio Mayor
epístolas Rayuela &
Salvo el crepúsculo.
Salvo el crepúsculo.
Sin ganas.
Hoy no tenía ganas, me levante sin ganas de iniciar el día. Han pasado tantas cosas que menos tengo ganas de algo; les dejo unas letras de mi hermanastro Daniel a las cuales yo –en un intento de complemento fallido– comenté las cosas en cursiva:
Mujer hoguera barro
que te induces a ser agua
en las esquinas de estas manos,
en la vaga risa de un ombligo;
Mujer de barro que se destruye y se trasforma
y ni el fuego devora
solamente desdibuja.
solamente desdibuja.
llevo atorado tu nombre
como un orgasmo en medio del sueño,
como una adherencia de pasmo en los pulmones,
como una ingrávida esquirla debajo de las uñas.
Y desapareces delante de mis ojos,
te vuelves invisible como
el rastro del fuego
dentro del horno.
Complemento con fotos tomadas durante el mencionado día de la gritadera y el gentío.
SreettrA ArtteerS
Visitar Zacatecas es perderse en un laberinto de artística arquitectura; (quien lo dude, que venga y vea) plazas y plazuelas, casas, esa luz anaranjada sobre-volando la ciudad de noche, cantera rosa, helados en los jardines, ecos sonoros en las faldas de los cerros. Claro, la ciudad también tiene lugares con olor a humanidad, manifestantes, perturbadores del orden; entre otras cosas y mucho (pero al mismo tiempo: poco) arte urbano, street art o urban art.
Hablar de arte es encontrarse ante distintas opiniones. Entre un perdido Rembrandt, la restauración de otro cuadro, visualizar distintos puntos de vista sobre lo que no es arte o si es arte algo no pintado por el tan polémico Bansky (como el dibujo hecho con sellos de HelloKitty). No pretendo indicar que es arte o no, por que para mí el arte es trasmitir emociones, pensamientos, ideas, asombrar al público, técnica*; es "el objeto resplandeciendo por su propia luz, no por iluminaciones artificiales"**, es dejarse maravillar por el graffiti que nos muestra otra parte de esa ciudad que conocíamos pero no veíamos.
La idea del grafiti nació, inconscientemente, junto con la escritura. Se tallaba sobre tablillas de cera, arcilla o sobre los caparazones de tortuga y en las piedras; se pintaba sobre las paredes, incluso Jesús escribía sobre la arena. Luego apareció el papel y mucho después la imprenta; de esa forma las ideas pasaron del domino público de la calle a el dominio público de la hoja de papel: sin pensarlo las ideas perdían algo de fuerza. Fue hasta la primavera de 1946, durante la II Guerra Mundial que se encontró la frase "Kilroy Was Here" a lo largo de varios países, luego en 1960 «Cornbread» dejaba mensajes tratando de conquistar a una dama y fue en 1960 cuando aparece el símbolo de la paz y otros lemas políticos. A partir de ese momento el grafiti fue llenando muchos espacios públicos.
Según Lynn, N. y Lea J.S, el graffiti se forma a través del texto, el contenido y la opinión social; formando así una comunicación visual. El grafiti es más que una experiencia visual, es también una experiencia temporal y espacial***. Un grafiti tiene distintos elementos que se conjuntan para dar tal resultado y que tenga expresión o declaración cuando el expectador lo mira.
En lo personal me ha tocado ver la el nacimiento de grafiti's dentro de los espacios que me rodean, unos en particular son de Ángel González Rodríguez, alias Tas. Hace relativamente poco tiempo tuve el gusto de conocerlo en persona y al mismo tiempo me di cuenta de la forma en como él lleva a acabo sus grafitis: todos salen de su salario.
En Zacatecas se encuentran muchos lugares con olor a humanidad, lo que hace Tas es retomar esos lugares públicos y darles un aspecto diferente. Si hace falta una limpieza del lugar, un a lampara o cualquier otra cosa; él lo compra con la finalidad de que su grafiti, más que una deterioración del espacio, sea un espacio por el cual de gusto transitar. Lo poco que hable con él muestra que es una persona que no busca la fama, sino que simplemente lo hace por placer; por el deseo de construir un mundo mejor y hermoso****. En lo personal me gusta su trabajo ya que resplandece sin necesidad de luces artificiales; a continuación dejo algunos de sus trabajos que se encuentran en lugares públicos de la ciudad.
Sí alguien quiere ver más arte de Tas favor de escribir a: soy.tu.muerte@hotmail.com
Este post va dedicado a Bono alias "pancitas", que seguramente le hubiese gustado pasear por estas tierras de laberíntica arquitectura y que ahora desde un lugar ha de estar cuidando el cuarto de Mika Fukencio Deltoya.
________________________
*Incluso el preferir ciertas herramientas habla de conocimiento de (o la asistencia a la escuela para aprender) lo que se hace.
**Palabras de Acosta, Javier mientras hablaba de: La hermenéutica, Nietzsche, Freud y Marx.
La idea detrás de la frase es: el arte como medio de (y para) ver las cosas, no forzosamente tiene que ser una innovación, muchas veces el arte toma de lo cotidiano; lo pone desde otra perspectiva y deja que el espectador, asistente o vidente se maraville y vea desde esa otra perspectiva lo que antes le parecía tan insignificante.
La idea detrás de la frase es: el arte como medio de (y para) ver las cosas, no forzosamente tiene que ser una innovación, muchas veces el arte toma de lo cotidiano; lo pone desde otra perspectiva y deja que el espectador, asistente o vidente se maraville y vea desde esa otra perspectiva lo que antes le parecía tan insignificante.
***Lynn, Nick; Lea, Susan J. (2005). «“Racist” graffiti: text, context an social comment». Visual communication.
[ver apartado: Grafiti y comunicación social, del articulo "Grafiti" en Wikipedia].
[Tiempo y espacio son dos de las unidades aristotélicas del teatro; en este caso el tiempo y el espacio corresponden a factores en los que se da el grafiti: momento (temporalidad histórica), lugar (entorno social-político-cultural) & lugar (donde se coloca y donde se hace) y momento (de aparición y duración). Nota de Elihe.]
****Si es que a un grafiti se le puede considerar como un embellecimiento del entorno.
Acto circense.
Una disculpa. Pensaba el día de hoy poner algo sobre arte urbano, pero la inspiración se ha retrasado bastante y las ideas se han quedado a medias.
≎
Trabajaba para el circo. Era
la tramoyista; había nacido de unos padres caminantes de delgadas cuerdas
sobre rostros de asustados espectadores. Se amamanto en las nubes. Sus
palabras no llegaron hasta los espectadores,
se quedaron en la red de seguridad a dos metros bajo la
cuerda; dormía (primero como ave de extraño plumaje) posada sobre sus
dos píes en la cuerda. El milagro de los primeros pasos fue cuando camino sobre
tierra firme; todo lo demás lo aprendió en las alturas.
Ahora se encontraba allí, parada sobre la ciudad y con atuendo rosa, como
un ave rosada. Estaba allí recordando la vez que miró hacia el suelo y entonces se
supo perturbada por el payaso más joven, que con cara de idiota la miraba y la
miraba dar pasos seguros de un extremo al otro de la cuerda. No quería mirarlo,
pero era imposible no sentir la mirada sobre sus piernas, perdió la
concentración justo para cerrar su puño y quedar suspendida en vilo; abajo los
espectadores cerraron los ojos y pronunciaron un generalizado
ohhhhuuu. Una niña grito mientras señalaba sobre su cabeza: ¡Papá mira! ¡Mira!.
Y el padre miro. Miro como se contorneaba y volvía a tener la cuerda
bajo sus pies; y más abajo estallaba el mundo en aplausos considerándolo parte
del espectáculo nocturno del miércoles. Sin embargo a ella le había
costado la vida.
Bajo cobijada por el silencio de la madrugada, afuera hacía frío y ella
había decidido que ese sería el último error. No llevaba más que el atuendo
de tramoyista bajo la gabardina. El joven payaso la
vio descender y la siguió fuera del campamento circense. A una
cuadra de distancia corrió y le tomo la mano; la beso y huyeron los
dos juntos.
Años después Bernardo, el hombre-payaso, le reclamaría el haberlo
alejado de su única pasión: "El Circo de los hermanos espaciales S.A. de
C.V. " y dichas estas palabras la abandono. La abandono con dos semanas
adeudadas en la habitación del modesto hotel, un embarazo (por cierto: mal-lo-gra-do)
de dos meses, media cajita feliz de tan comercializada comida rápida y
un montón de años sin placer. La abandonó para irse a vivir, con la
ex (y vieja) vidette, en un remolque cerca de donde se ponía el circo cuando llegaba
la feria; y al cual asistía como ferviente religioso deseoso de la
comunión. Bernardo, a nadie le dijo que lloraba cuando veía a los tramoyistas
allá arriba y que en silencio pensaba en ella.
Recordó que esa otra noche, cuando salió de ese hotel por la
puerta trasera, a afuera volvía a hacer frío y lo tomó como un presagio de buen
futuro; pero ese frío solamente la hizo abortar días después, cuando ya se
encontraba más al norte trabajando como mesera en el restaurante de carretera.
Había dejado su pasado. Los camioneros se detenían para ver como les llevaba
los alimentos o les volvía a servir café con la gracia del cisne...
sí, parecía un cisne, un cisne con el uniforme siempre tan
blanco. Kathy la recordaría durante esos años que trabaron como compañeras y
que de cuando en cuando ir a comprar boletos para el cine. No hablaba, se
limitaba a cumplir su trabajo; así que nadie sabía donde vivía o si tenía
familiares. Es más, nunca de los nunca supo su nombre; para ese lugar
era Candy. Candy desapareció un sábado de noche después de su trabajo-en-turno.
Un hombre la acompañaba. Meses después Kathy recibiría una postal (la
última que mandaría) depositada en el buzón justo antes de volver a las
alturas. En la postal le explicaba que se había casado con
un ricachón de NY, y que pronto iría a hablar de negocios.
Pero ahora, en el presente, se encontraba allí; parada sobre la
ciudad, como un phoenicopterus de delgadas piernas a punto de romperse en
cualquier momento y que mira fijamente el horizonte. Recordaba lo que era andar
caminando sobre las cabezas de los espectadores, recordaba sus primeros pasos
sobre la cuerda y como sus padres la entrenaban alumbrados por la luna en las
noches y cuándo no había luna; la guiaban al igual que un
lazarillo guía al ciego por las calles tumultuosas de Manhattan.
Le pareció gracioso que después de tantos años de vivir sobre la tierra
ahora le diesen ganas de volver a sentir la cuerda tensa bajo el arco de sus
pies. Miró un avión surcando el cielo y cerro los ojos. Se imagino a los
transeúntes como espectadores, en sueño, las luces del circo se encendieron, se
anunciaba su espectáculo y la luz del reflector le daba de lleno por un costado
de su cuerpo. Avanzaba por la cuerda, firme y decidida, sabía perfectamente
donde había de girar sobre sus talones, inclinarse a derecha o izquierda, abrir
los brazos, darse una marometa y seguir caminando de reversa, abajo todos
aplaudían. Y allí, sobre su cielo circense y amurallado, pudo ver las
once estrellas de merito familiar a los mejores caminantes de delgadas cuerdas.
Ahora volvería a ser digna de ellas.
Se lanzó al vació, sabía que dos metros más abajo la red de seguridad la
salvaría. No, ella tampoco confeso que lloraba cuando veía a los tramoyistas
allá arriba. Esta ves no había ni cuerda, ni redes, ni espectadores; quiso
pensar que sí, y que los transeúntes le aplaudirían.
Era el primer miércoles septiembre cuando
ella saltaba.
Libélula.
® Libélulas en el fuego. EVIII'12 |
Nadie está preparado para morir, ni siquiera lo estamos para vivir.
Aprendemos en el acto, en una especie de work in progress: así es la vida.
El morir es como una libélula que se acerca danzante al fuego:
desconoce que no volverá a sentir las llamas sobre su cuerpo.
Que esa osadía de vivir más allá la llevará a un paraje sin retorno.
La primera vez que yo morí no sentí absolutamente nada;
quedan los registros clínicos para sabernos así tan libélulas, nada más.
Luego volví a morir ... o mejor dicho: me soñé inmortal.
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