martes

Cleptó....ana



(fragmento)

Culpable, culpable... parecían gritar todos los ojos, aunque no se tenia cuerpo del delito las palabras le llevaron a su arresto y condena, no hubo quien lo defendiera; no le dieron chanza de llamar a su abogado que aun continuaba soñando con viajes a el espacio infinito... el juicio se había llevado a acabo en una sola noche.

Prácticamente se había entregado en las manos de su muerte, había sido en decisión propia... nadie le había obligado y hubiese podido vivir incognitamente otros tres mil años para morir de causas naturales. Ahora alejado de las luces y los pares de ojos que se clavaban en su ser, podía alegrarse por haber realizado tan buen trabajo durante tantos años.
El día llego, varias personas se levantaron para continuar con su trabajo; el día amenazaba con ser lluvioso pero a pesar de los negros nubarrones no llegaban las gotas. En su celda en los confines de la tierra alguien repasaba mentalmente su trabajo por milésima vez, su boca ocasionalmente se perdía en una sonrisa de oreja a oreja
un poco sarcástica y reprendida... si escuchaban cualquier murmuro vendrían a proporcionarle una paliza.

El poco sol que se coló por entre las nubes comenzaba a desvanecerse en el horizonte cuando vinieron a llevarselo. Lo condujeron por pasillos amplios, excesivamente iluminados y solitarios, perdió la cuenta de los giros a izquierda o derecha, de las escaleras que subían y bajaban... recordó el sueño del primer laberinto para el minotauro... se abrió una puerta y lo sentaron, aun llevaba los ojos vendados.
Se esforzó,. aun más, por recordar cada sueño con cada detalle, cada sueño, cada soñador... eso también se encontraba registrado en el libro... y se vio recorriendo las calles cuando se topo con aquella mirada... ese día se dio el lujo de no soñar; ese día se dio el lujo de no dejarla soñar, ese día había roto el juramento de su profesión... ser cleptómano.

El último escalofrío recorrió su espalda y en el instante dejo de existir, así de simple.

PD: nos vamos de Vacaciones nos vemos dentro de 2 semanas.

miércoles

El pianista.







































Sus manos tocaban
notas celestiales,
invocaciones profundas
para los buenos amantes.

Notas de alegría
para endulzar el alma,
se sonrisas para las nanas.

Por las noches sólo
su música se escuchaba
tan solitaria
tan bella
tan única

...

Primera traducción.

Este es un poema que yo traduje solita del ingles al español.


Holy Sonet X  (Death Be Not Proud)*.
By: John Donne



Death be not proud, though some have called thee
Mighty and dreadful, for thou art not so,
For those whom thou think'st thou dost overthrow,
Die not, poor Death, nor yet canst thou kill me.
From rest and sleep, which but thy pictures be,
Much pleasure: then from thee much more must flow,
And soonest our best men with thee do go,
Rest of their bones, and soul's delivery.
Thou art slave to fate, chance, kings,
and desperate men,
And dost with poison, war, and sickness well;
And poppy or charms can make us sleep as well.
And better than thy stroke; why swell'st thou then?
One short sleep past, we wake eternally,
And death shall be no more;
Death, thou shalt die.




Ahora traducido.**


Ten más modestia, Muerte, aunque se te haya erróneamente dicho poderosa y temible, pues no eres tales cosas.  Porque aquellos que tú piensas que has derrotado,no mueren. Pobre muerte, incapaz hasta de aniquilarme a mí.
 Si el reposo y el sueño son tan gratos, cuánto más no debes serlo tú; así se explica que los mejores antes den contigo libertad a sus almas y a sus huesos descanso. Azar, reyes, suicidas, son tus amos, habitante de pócimas, enfermedad y guerras.
Amapola o encanto pueden hacernos dormir igualmente, y mejor que tus golpes, ¿por qué te jactas entonces?  Un corto sueño pasado; nosotros despertamos eternamente y la muerte no será más. 
 Muerte, morirás.
______
* No tiene nombre y comúnmente se le encuentra con este nombre. Lo pueden escuchar en: John Donne.
** Por edición no pongo los párrafos tal y como la entonación lo amerita.






Tía Chofi.

Hoy conocí (leí) a un poeta que toma lo vulgar para formar algo maravilloso...
no se mide con las palabras e incluso usa el lenguaje vulgar...... propio de este lugar.


Amanecí triste el día de tu muerte, tía Chofi,
pero esa tarde me fui al cine e hice el amor.
Yo no sabía que a cien leguas de aquí estabas muerta
con tus setenta años de virgen definitiva,
tendida sobre un catre, estúpidamente muerta.
Hiciste bien en morirte, tía Chofi,
porque no hacías nada, porque nadie te hacía caso,
porque desde que murió abuelita, a quien te consagraste,
ya no tenías qué hacer y a leguas se miraba
que querías morirte y te aguantabas.
¡Hiciste bien!
Yo no quiero elogiarte como acostumbran los arrepentidos,
porque te quise a tu hora, en el lugar preciso,
y harto sé lo que fuiste, tan corriente, tan simple,
pero me he puesto a llorar como una niña porque te moriste.
¡Te siento tan desamparada,
tan sola, sin nadie que te ayude a pasar la esquina,
sin quien te dé un pan!
Me aflige pensar que estás bajo la tierra
tan fría de Berriozábal,
sola, sola, terriblemente sola,
como para morirse llorando.
Ya sé que es tonto eso, que estás muerta,
que más vale callar,
¿pero qué quieres que haga
si me conmueves más que el presentimiento de tu muerte?
Ah, jorobada, tía Chofi,
me gustaría que cantaras
o que contaras el cuento de tus enamorados.
Los campesinos que te enterraron sólo tenían
tragos y cigarros,
y yo no tengo más.
Ha de haberse hecho el cielo ahora con tu muerte,
y un Dios justo y benigno ha de haberte escogido.
Nunca ha sido tan real eso en lo que tu creíste.
Tan miserable fuiste que te pasaste dando tu vida
a todos. Pedías para dar, desvalida.
Y no tenías el gesto agrio de las solteronas
porque tu virginidad fue como una preñez de muchos hijos.
En el medio justo de dos o tres ideas que llenaron tu vida
te repetías incansablemente
y eras la misma cosa siempre.
Fácil, como las flores del campo
con que las vecinas regaron tu ataúd,
nunca has estado tan bien como en ese abandono de la muerte.
Sofía, virgen, antigua, consagrada,
debieron enterrarte de blanco
en tus nupcias definitivas.
Tú que no conociste caricia de hombre
y que desjaste que llegaran a tu rostro arrugas antes que besos,
tú, casta, limpia, sellada,
debiste llevar azahares tu último día.
Exijo que los ángeles te tomen
y te conduzcan a la morada de los limpios.
Sofía virgen, vaso transparente, cáliz,
que la muerte recoja tu cabeza blandamente
y que cierre tus ojos con cuidados de madre
mientras entona cantos interminables.
Vas a ser olvidada de todos
como los lirios del campo,
como las estrellas solitarias;
pero en las mañanas, en la respiración del buey,
en el temblor de las plantas,
en la mansedumbre de los arroyos,
en la nostalgia de las ciudades,
serás como la niebla intocable, hálito de Dios que despierta.
Sofía virgen, desposada en un cementerio de provincia,
con una cruz pequeña sobre tu tierra,
estás bien allí, bajo los pájaros del monte,
y bajo la yerba, que te hace una cortina para mirar al mundo.



Poema Tía Chofi de Jaime Sabines