Me abandoné en el laberinto del iris,
donde las
alucinaciones cromáticas
parecían tan reales. Mis manos se enfriaron y cargue sobre mi espalda
una gran herida que no me dolía
pero me traspasaba el cuerpo,
mi epidermis se erizó
en la enormidad de aquella habitación.
No había nadie, solo el nosotros.
Susurraste en el idioma de los sueños de agosto
y te desvaneciste como neblina.
"Navegantes antiguos tenían una frase gloriosa:
ResponderEliminar"Navegar es preciso; vivir no es preciso."
Quiero para mí el espíritu de esta frase, transformada
La forma para casarla con lo que yo soy; Vivir no
Es necesario; lo que es necesario es crear."
À.
Cianuro:
ResponderEliminarHe vuelto a estos medios, un abrazo.