miércoles

Cuatro años.


© Michael Martin
© Michael Martin

No mentiré, cuatro años harán que te extrañe. 
Segundo miércoles de agosto y me dueles.

Lo que más voy a extrañar de ti será tu cuerpo hecho a mi medida, tus ojos cuando decían verdad o la última vez que nos apasionamos por una temática. Voy a extrañar la sensación de esas manos que ya no me abrazan y el sabor del fuego que te habita y no me quemaba; con todo el corazón voy a extrañarte. Tu nombre ya se quedó tatuado eternamente en mi piel, en todos lados resplandece...

Y con este mismo corazón entendí que ya no te sentias libre. Que esta ruptura no es más que el deseo de volver a sentir el aire entre tus brazos. Así que el renunciar a mi significaba que todos mis intentos para que me amaras como yo te amé deben parar... decido dar el paso a un costado. Siempre fuiste libre de ir o venir a tu medida; lamento si parecía lo contrario.

No mencionaré todas las cosas que deseaba hacer a tu lado; simplemente coincidimos en un tiempo y un espacio, ahora es momento de avanzar, de continuar nuestro peregrinaje por las ciudades del desierto hasta encontrar nuestro oasís. Gracias por responder a mi voz sin eco, gracias por enseñarme la fuerza y ternura que yo desconocía de mi misma... gracias por permitirme ser parte de las noches sin estrellas de tu vida o de la dedicatoria sin fin en unas páginas de tu libro. Gracias por muchas cosas que no sabrás que hiciste por mi, y que sin embargo, siempre llevarán la distinción de tu sello.

Un día el mismo desierto que nos unió, y que ahora nos separa, nos traerá de regreso a la misma ciudad; un poco más distintos, un poco más fuertes, un poco más libres, BarakAllahu Feekum hombre del desierto. 

E.

1 comentario:

  1. Hermosa manera de agradecer y abrir tus alas. Un abrazo virtual, amiga

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