miércoles

Murder.


Ya no me pegues.
Te prometo que no voy a abrir los ojos.
Tengo sed,
¿podrías desatarme?
no voy a huir.

Por favor.

Estoy cansada,
me duele;
rojas hormigas
recorriendo el interior de mi cuerpo.

Hace tiempo perdí la cuenta de las noches;
la boca y las uñas son coágulos de sangre
dejame irme, extraño a mi madre

anoche no alcancé a despintarme las uñas
el pasado del mañana son los quince de Paula.
Quiero irme. Tengo sed.
Dependiendo del momento hace frío o calor,
pero siempre la arenilla del desierto
que te calsifica la piel a los huesos.

Voy a irme,
te aseguro guardar silencio,
Júarez es un gran desierto.

_________
® Elihe y su propia muerte.

1 comentario:

  1. Te extraño. Nunca hablo, y perdona, pero mis fantasmas a veces me enclaustran en abrazos sombríos que me dejan en vacío.

    Ya no hablo.

    Tu poema me dolió un poco, me dio un pellizco en la nostalgia de algo que quizás, en esta vida, nunca experimentaré.

    Te mando un abrazo; desde aquí, desde la fría tierra chilena, desde la niebla entre los árboles santiaguinos, desde las plantas tapadas en escarcha.

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